La Guerra de Vietnam provocó en Estados Unidos algo desconocido hasta entonces: que millones de norteamericanos se mostraran contrarios a una intervención militar con su país como agente invasor.


“The Weather Underground”, uno de los grupos que decidió pasar a la violencia como forma de protesta, llegó incluso a asesinar a un guardia en el transcurso de un atraco a un banco. Aquellos que lo perpetraron lograron esconderse y pasar desapercibidos durante lustros. Pero la detención de uno de ellos treinta años después por el FBI hará que todos vuelvan a encontrarse en el disparadero, y Jim Grant (Robert Redford), implicado en dicho crimen, se verá abocado a emprender una huida desesperada en búsqueda de la única persona que puede limpiar su nombre.

“Pacto de silencio”, novena película de Redford como director, evoca los clásicos de periodistas que investigan hasta el límite y hace especial hincapié en la integridad moral de las personas.Sin embargo, pese a que el thriller es realmente interesante, el metraje tiene demasiadas pausas que no ayudan absolutamente en nada, haciendo que el espectador deje de prestar atención en demasiados tramos. Y es que hay un gran llanura en mitad de la cinta que podría haber sido resulta de mejor manera, incluyendo pasajes que si hubieran sido omitidos el guion no sólo no se hubiera resentido, sino que se hubiera agilizado.

Aprovecha de paso para dejar algunos mensajes acordes con la posición política del director, presentando a los personajes del grupo terrorista como, ante todo, personas íntegras y guiadas por la lógica y la razón. Y en algunas ocasiones de algún modo más que subliminal.

Aún está por determinar si es una buena o mala idea la de que Shia LaBeouf interprete al periodista que destapa toda la trama, ya que acostumbrados a su imagen (real y en la gran pantalla) de macarra es complicado creerse su papel de investigador. Aunque también hay que decir que su presencia en un primer momento genera rechazo, por lo que quizá sí es la elección adecuada (al fin y al cabo hace de reportero fisgón y metomentodo). Eso ya queda a elección de cada uno.

Una gran idea de Robert Redford pero que no ha sido plasmada de la mejor manera. Y es que el “halo” de calma y lentitud propia del director no es apropiada para “Pacto de silencio”, alargando inexplicablemente lo que podría haber sido una gran historia.

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