Llega en exclusiva para Wii U el nuevo juego de la mascota de Sega, Sonic Lost World.
Después de ver las críticas de las revistas especializadas, tengo que reconocer que no albergaba muchas esperanzas con este juego, pero después de probarlo a conciencia tengo que reconocer que me ha encantado y me he divertido como hacía tiempo que no lo hacía.
Gráficamente el juego está a la altura de lo que podíamos esperar, fases coloridas, llenas de detalles, con alguna textura mejorable, pero que sorprende en cada mundo con claras referencias a títulos pasados, como el casino, desierto y muchos más.
El juego llega doblado a nuestro idioma con una calidad notable así como las músicas muy en el estilo de los juegos de Sonic, marchosas y pegadizas.
El juego cuenta la lucha de Sonic contra su archienemigo Doctor Eggman (con futuros giros en la historia). Esta vez viene acompañado de los 6 mortíferos dispuestos ha acabar con Sonic. Para ello recorremos un planeta perdido en las nubes que consta de 8 mundos y cada mundo tiene subfases, intercalando pantallas en 3D con fases clásicas en 2D con movimiento lateral. Llama la atención la duración de cada fase, mucho más largas que de costumbre. Visitaremos praderas, desiertos, zonas heladas y al final tendremos que luchar contra uno de los 6 mortíferos. En cada nivel encontraremos además los típicos anillos, los wisps (herencia de Sonic colors), que son poderes especiales para Sonic, que van desde poder volar, a convertirse en rayo o taladrar la tierra e ir a través de ella. También encontraremos en cada fase los anillos de color rojo, que nos abrirán las diferentes fases de bonus, que básicamente se basan en usar a Sonic y Tails a modo de Arkanoid para ir reventando globos y con ello ganar anillos y salvar animalitos.
Tenemos varios modos de juego para cada fase, así tenemos el modo historia (llamado modo normal), el modo contrarreloj o el modo cooperativo. Podremos ver nuestro tiempo comparándolo con usuarios de otros países, lo que al final hace que este Sonic sea un juego bastante largo.
En definitiva, un juego que derrocha novedades pero siempre mirando al pasado y que me ha sorprendida gratamente tanto a nivel visual como sobre todo jugable, con una curva de dificultad muy bien ajustada y con una variedad que a muchos juegos ya les gustaría. Además, como no podía ser de otra forma puedes seguir jugando en tu pantalla del mando con el modo Off-Tv.