Cuando se adapta al cine una novela que ha vendido más de ocho millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducida hasta en treinta idiomas, el reto es bastante evidente.


“La ladrona de libros”, dirigida porBrian Percival con el guión adaptado por Michael Petroni, narra la historia Liesel, una niña preadolescente que es acogida por una familia alemana años antes de la Segunda Guerra Mundial. Cuando sus compañeros de clase se burlan de ella por ser analfabeta, nace su pasión por los libros como método para soñar y evadirse de una realidad tremenda. Esta afición marcará toda su existencia. 

Como ya ocurrió en “La vida es bella”, la película trata de una búsqueda de la belleza hasta en las situaciones más nefastas. En “La ladrona de libros”, las palabras lo eclipsan todo y la magia llega acompañada por una banda sonora del maestro John Williams que encaja a la perfección. 

Son dos actores, ya consolidados y con experiencia como Geoffrey Rush y Emily Watson los que interpretan a los padres que acogen a Liesel, interpretada por una carismática Sophie Nélisse, toda una promesa del cine que ya pudo lucirse en “Profesor Lazhar”.  Una apuesta segura para una producción sobresaliente que logra entretener y emocionar a partes iguales.

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