Para celebrar el lanzamiento del proyecto Comparte una Coca-Cola en Portugal, Coca-Cola se traslada al punto más alejado del país, Las Azores. Y allí demuestra que a pesar de la distancia, la pasión por el fútbol y el Mundial se vive incluso con más fuerza, y la mejor manera de celebrarla es reunirse y compartir una Coca-Cola.


La escena se sitúa en Corvo, la isla de las Azores más alejada de Portugal, con apenas 398 habitantes. La gente puede pensar que en Corvo no se vive el fútbol con pasión, ni se vibra con los partidos de la Selección. En definitiva, que no se comparte la emoción del fútbol como se hace en el resto de Portugal Peninsular.

Pero la magia de Corvo es que aún siendo uno de los puntos más alejados de Portugal, también es uno de los más cercanos a Brasil. Y sus habitantes viven y comparten el fútbol y la pasión por el Mundial aún con más fuerza.
 
La campaña se rodó con los propios habitantes de la Isla, que participaron en la celebración y estuvieron acompañados por uno de sus vecinos más ilustres: Pedro Pauleta.
Pauleta, nacido en Las Azores, una de las mayores figuras del fútbol portugués, llegó a ser el máximo goleador de la selección nacional, hoy solo superado por Cristiano Ronaldo.

Además de la campaña de TV y para celebrar la pasión de Corvo por el fútbol portugués, Coca-Cola compartió con cada uno de los 398 habitantes su Coca-Cola personalizada, que llegó a la isla  de la mano del propio Pauleta. Esta acción de contenido fue desarrollada de la mano de Grand Union. El ex-jugador distribuyó cada una de las Coca-Colas personalizadas entre los habitantes de la isla, y organizó allí un partido de fútbol. En un espacio de solo 17 m2, sin una campo de fútbol o un equipo propio, la tarea fue compleja pero emocionante y se convirtió en el primero de muchos partidos que se celebrarán en la isla.

La campaña se compone de dos piezas de 30s para emisión de TV y 60s para digital y redes sociales y Brand Content.