La Asociación Española de Anunciantes (aea) considera que la postura tomada por parte del Gobierno hacia RTVE, hace un flaco favor a las empresas anunciantes, la sociedad y la buena marcha de la economía, al propio tiempo que aboca a RTVE al deterioro de sus contenidos y, con el tiempo, a la desaparición por falta de audiencia, ya que los 130 millones de euros inyectados recientemente suponen un alivio coyuntural que no ataja el problema estructural del ente público. 


En los últimos meses son ya muchas las voces como la de Hacienda, dentro del Gobierno, así como de directivos de TVE, de los propios consumidores, como la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), así como de la totalidad de la industria de la publicidad, exceptuando únicamente las dos cadenas privadas que controlan el 90% de la inversión publicitaria, las que claman por una vuelta limitada de la publicidad a TVE.

La pérdida de cinco puntos de cuota de pantalla en tres años así como la anunciada fusión de La 2 y Teledeporte, y la rotación de directivos, ponen de manifiesto la falta de un criterio sostenible para el ente público que, para la aea, tendría una solución con la decisión firme, por parte del Gobierno, hacia una vuelta limitada de la comunicación comercial que favorecería, sin duda, una financiación sostenible, el retorno de contenidos de calidad y de audiencia, propiciando, por tanto, la competencia y competitividad, factores que se han visto relegados desde hace cuatro años, como viene denunciando la aea.

Las soluciones planteadas por prácticamente la totalidad del sector publicitario para solventar el problema de financiación de CRTVE con un modelo de estabilidad han sido comunicadas al Gobierno en más de una ocasión. Por ejemplo, que los ingresos publicitarios permitirían una mejor parrilla de programación que aumentaría la audiencia y devolvería la competitividad.

Los consumidores son muy conscientes de esta necesidad y así lo solicitan como ha manifestado reiteradamente la AUC, en defensa de una televisión pública de calidad de contenidos y con derecho a recibir información, ya que al ciudadano le gusta la publicidad, lo que no le gusta es el exceso de la misma. Además, aportaría pluralidad de medios e independencia a una sociedad democrática, que no puede permitir que desaparezca un medio de información al ciudadano y, mucho menos, si ese medio de información es de carácter público e independiente, pues de otra manera el monopolio de la información quedaría sujeto a los intereses que representan tan solo dos empresas que pasarían a controlar un 80% de la audiencia. La publicidad paliaría, por tanto, la continua pérdida de competencia en el medio televisión tras la fusión de Telecinco‐Cuatro y de Antena 3‐ La Sexta.

Es evidente que la mayoría de las compañías que compiten en España y en el mundo utilizan la publicidad como motor del consumo y como herramienta para avanzar en sus negocios. Hay una clara correlación entre la proporción de la inversión publicitaria de un país respecto a su PIB, su consumo interior y su nivel de crecimiento económico. Por lo que el retorno de la publicidad, además de contribuir a la propia desestigmatización de la misma, fortalecería a las empresas. También posibilitaría la difusión de acontecimientos deportivos y culturales que sin la ayuda de la comunicación comercial no se podrían desarrollar de igual manera. Y, por último, recuperaría a una parte de la población que ha abandonado la cadena debido a la falta de contenidos de calidad.