El consumo y la inversión tiran de la economía. El empleo sigue mejorando, pero la renta disponible se mantiene a la baja. La institución eleva al 1,3% y al 2% su previsión para este año y el que viene. Las previsiones del Banco de España son mejores que las del Gobierno.


La economía española creció un 0,5% en el segundo trimestre en tasa intertrimestral, frente al 0,4% del periodo enero-marzo, según los datos avanzados por el Banco de España. Tras cuatro trimestres consecutivos de avance intertrimestral del PIB, la tasa de variación interanual se habría situado en el 1,1%.

Los componentes privados del gasto interno -consumo e inversión empresarial, básicamente- fueron el principal soporte del PIB en el segundo trimestre, prolongando una pauta que se mantiene desde que se iniciara la recuperación a mediados de 2013, caracterizada por el progresivo fortalecimiento de la demanda interna.

En concreto, en su boletín económico de julio-agosto, la entidad supervisora explica que en el segundo trimestre de 2014 la recuperación de la economía española continuó afianzándose de manera gradual, en un entorno en el que prosiguió la normalización de las condiciones financieras y la mejoría del empleo y de la confianza.

En cuanto a la tasa intertrimestral de crecimiento económico, al 0,5% de crecimiento del PIB entre abril y junio contribuyó en un 0,3 la demanda interna y en un 0,2 la demanda exterior neta, que volvió a ser positiva como resultado de la recuperación de las exportaciones en el segundo trimestre, tras el descenso del primero.

Aunque se estima un aumento del consumo de los hogares del 0,4% en tasa intertrimestral, otros determinantes del consumo mantuvieron una senda algo menos positiva. En particular, con información hasta marzo, la renta disponible intensificó su caída, de forma que la tasa de ahorro descendió de forma brusca hasta el 9,4% “lo que ilustra sobre la comprometida situación patrimonial desde la que las familias encaran sus decisiones de gasto en los compases iniciales de la recuperación”.

En el ámbito empresarial, la inversión productiva habría mostrado un repunte en el período, pues a la trayectoria de recuperación sostenida de la inversión en bienes de equipo se habría sumado el comportamiento más favorable de la inversión en construcción no residencial, tras el retroceso del trimestre previo.

Según estas estimaciones, la recuperación de la actividad en el período reciente habría adquirido un ritmo algo más elevado que el previsto en el Informe de proyecciones que publicó el Banco de España el pasado mes de marzo, lo que, unido a la renovación de los supuestos, ha llevado a revisar ligeramente al alza las tasas de crecimiento del PIB previstas para 2014 y 2015.

La actualización de dichas proyecciones apunta a unas tasas de crecimiento del PIB del 1,3% en 2014 y del 2% en 2015, una y tres décimas más altas que las proyectadas anteriormente, tal y como ya había anunciado.

Las proyecciones oficiales del Gobierno son del 1,2% en 2014 y del 1,8% en 2015, aunque el propio Ejecutivo ha reconocido que las proyecciones son inferiores al consenso.