El perfil del creativo en comunicación comercial en España es el de un profesional joven, en un 80% por debajo de los 45 años, y bien formado, ya que en un 90% es licenciado o postgraduado. Por lo general, presta sus servicios en empresas que cuentan con menos de 10 trabajadores, y simultanea varias de las funciones que se han considerado propias de este oficio: la de redactor, director de arte o dirección creativa. Estos son algunos de los datos que se desprenden de la encuesta online que ha llevado a cabo el Club de Creativos entre 1.000 profesionales que se pueden denominar creativos de distintas disciplinas de comunicación.


El estudio, que ha contado con la colaboración del director del curso Creativos Empresarios Philippe Bernard, es parte de la investigación que el c de c se ha propuesto como plan para los próximos meses y que trata de profundizar sobre el estado de la profesión y averiguar no solo cómo es actualmente sino anticipar escenarios de futuro. Del interés de la investigación es prueba evidente el índice de respuesta obtenido en la presente encuesta, un 20% (el cuestionario se envió a 5.000 de los creativos con los que el c de c tiene contacto).

Para proseguir con el estudio, el c de c contará con la colaboración de la Universidad Nebrija, con quien trabajará en los próximos meses con el fin de elaborar un mapa de perfiles profesionales y una descripción de los talentos y habilidades que se requieren a día de hoy a los creativos. El trabajo se prosigue en septiembre, con un amplio estudio cualitativo que el c de c y la Nebrija llevarán a cabo con la consultora Quid.

Llama la atención la alta preparación de los creativos españoles, pero hay que hacer notar que la formación es superior en las mujeres creativas que en los hombres. Entre las primeras, un 36% declara estudios de postgrado, frente al 25% de los hombres. En cuanto a licenciados o graduados, la proporción es superior en hombres, un 60%, que en mujeres, un 58%, pero la suma de ambas sigue siendo superior en el bando de las mujeres, un 94%, que en el de los hombres, un 85%.

Lo que también resulta llamativo es que cerca del 70% de los creativos, hombres y mujeres, trabaja en estructuras de menos de 10 personas, lo que pone de manifiesto que el mercado español de la comunicación está densamente poblado por microempresas, lo que posiblemente sea un freno a su crecimiento y anticipe una tendencia a la concentración.

En lo que respecta a las funciones, el creativo español sigue realizando en su mayor parte las tareas tradicionales de la profesión, dirección creativa, redacción y director de arte, pero simultanea varias de ellas. No obstante, además de las tradicionales, los creativos también afirman realizar funciones que hasta ahora no entraban dentro de la clasificación general.

En lo que respecta a las funciones, la distinción entre hombre y mujeres demuestra que las mujeres se decantan por el diseño y la dirección de arte antes que por la dirección creativa. Mujeres que ocupen direcciones creativas representan el 10% del total de las mujeres encuestadas, mientras que ese porcentaje casi se triplica cuando son los hombres quienes contestan.

La encuesta ofrece también una panorámica geográfica y constata que existe una concentración entre Madrid y Barcelona del 80%, aunque al mismo tiempo se evidencia también que la profesión se ejerce desde múltiples ciudades de todo el país.

Los creativos han estudiado en su gran mayoría, más del 70%, publicidad y marketing o diseño. No obstante, hay creativos que se han formado como historiadores, filósofos, ingenieros, matemáticos, periodistas o abogados. Prácticamente todos están contentos con su formación, pero se declaran partidarios de seguir formándose y expresan un especial interés, más que en aprender uso de herramientas o nuevas tecnologías, en formarse en pensamiento estratégico. Los idiomas es la segunda área formativa que resulta interesante para los creativos. En las siguientes posiciones en cuanto a las preferencias de formación, se encuentran el manejo de programas de diseño, la gestión de redes sociales y la formación empresarial.

Respecto a su opinión sobre el nivel de la creatividad española, la encuesta revela que el creativo español es crítico con su propio oficio ya que, pese a que la gran mayoría lo califica de medio alto, el porcentaje más alto de respuestas se encuentra entre los que aseguran que la creatividad española es de nivel medio. Para mejorarla, proponen diversas acciones, y, por encima de todas, la formación, pero no sólo de los creativos, también de los clientes. La relación con el cliente aparece como uno de los elementos en los que se puede incidir para mejorar la creatividad y en este punto los encuestados proponen que se forme mejor a los departamentos de marketing, y que se propicien proyectos de colaboración entre ambos colectivos.

Además de esta propuesta, los creativos consideran que los incentivos económicos pueden ayudar en gran medida a elevar el nivel de la creatividad y al mismo tiempo reconocen que una mayor autocrítica y mayores dosis de humildad y sentido común serían muy beneficiosos.

Los vientos emprendedores parecen soplar con fuerza entre los creativos, ya que el 31% de los encuestados asegura que existen muchas posibilidades de que en un futuro cercano establezca su propia empresa y casi la mitad de los participantes lo ve probable.

En el caso de que se vieran obligados a salir de España, el mercado anglosajón es el que ofrece más atractivos para el creativo español. Estados Unidos y Reino Unido, acaparan el 46% de las respuestas, aunque Latinoamérica recibe un 26% de las respuestas, el mismo porcentaje que Estados Unidos.

Este interés explica asimismo que el aprendizaje de idiomas, especialmente el inglés sea alguna de las propuestas de formación que recomiendan los creativos españoles.