La empresa de seguridad privada Prosegur puso en marcha el pasado mes de julio una acción de street marketing, con el objetivo de dar a conocer las recomendaciones básicas de seguridad para mantener nuestros hogares protegidos. 


La campaña se desarrolló en la ciudad asturiana de Gijón, donde se instaló la réplica de una casa de 15 metros cuadrados, una edificación parlante y con paredes de cristal. El concepto era una casa inteligente, que se dirigía a los transeúntes e interactuaba con ellos diciéndoles lo segura que era. Con ello se pretendía llamar su atención y transmitirles la idea de lo importante que resulta tener protegida la vivienda. 

La casa de cristal simbolizaba la vulnerabilidad de los hogares, mientras se transmitía el mensaje de que gracias a los sistemas de seguridad de Prosegur este hecho no impedía que fuera completamente segura. El objetivo de Prosegur era realizar simulacros de seguridad y que los participantes conocieran de primera mano el funcionamiento de sus alarmas y soluciones para el hogar. 

En el interior de la casa, el equipo de Prosegur podía ver todo lo que ocurría en el exterior, de manera que cuando una persona se acercaba, la casa se dirigía a ella en tono de humor y reprendía a aquellos transeúntes que, movidos por la curiosidad, trataban de acceder al interior de la casa, se asomaban por la ventanas o se aproximaban demasiado. En esos casos, la voz les alertaba que la casa estaba protegida, provocando en los peatones una reacción de sorpresa y de risa. 

Paralelamente, se instaló un mostrador donde las personas interesadas pudieran solicitar información acerca de los sistemas de seguridad para el hogar de Prosegur. 

Esta acción, que impactó a varios centenares de personas, fue reseñada por los medios locales resaltando la innovación de la estrategia publicitaria y tuvo su eco en redes sociales, sobre todo en Twitter.