Según concluye el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por la consultora Nielsen, el nivel de confianza se situó en el primer trimestre del año en su nivel máximo desde 2010. En concreto, el índice de confianza aumentó hasta los 67 puntos. Se aprecia que la evolución de la confianza en España mostró un comportamiento muy positivo en línea con otras economías como la portuguesa, que también dio síntomas de mejora de confianza en el consumo, alcanzando niveles máximos desde 2006.


España crece a mayor ritmo que Europa en conjunto, cuya confianza aumento apenas un punto en el primer trimestre del año. Ocho de cada diez españoles tienen pensado dejar de contener el gasto en ocio fuera del hogar cuando la economía mejore.

Asimismo, esta evolución creciente de la confianza en España es paralela a la tendencia alcista del conjunto de Europa, aunque en este caso su ritmo de crecimiento fue menor. Los datos de España muestran un prometedor inicio de 2015, debido en buena parte a la evolución del desempleo cuya tasa mejoró en 2014 dos puntos con respecto a 2013, pasando del 25,7% al 23,7%. No obstante, con más de cinco millones de personas desempleadas, la confianza de los españoles se mantiene lejos aún de las cifras que registran otros países como Alemania (100 puntos), Reino Unido (97) o Países Bajos (89).

Los datos mencionados de desempleo en España infunden todavía cierta inquietud en los ciudadanos. Para una cuarta parte de la población la seguridad laboral es su primera preocupación actualmente, mientras que un 20% sitúa la marcha de la economía como el primero de sus quebraderos de cabeza.

Esta situación provoca que los españoles busquen fórmulas para reducir gasto y aumentar el ahorro. En concreto, el 73% de los españoles trata de recortar el consumo de gas y electricidad, algo que casi el 60% seguirá haciendo cuando la recesión concluya.