Ya está en antena el segundo spot de la campaña de verano de la Dirección General de Tráfico: “Los objetos más caros del mundo”, desarrollada por la agencia de publicidad, Ogilvy & Mather.
Las gafas ceden el protagonismo a un nuevo objeto que en este caso es una canción, con un mensaje muy claro: “porque cambiar una canción mientras conduces puede producir consecuencias importantes para todos”. La canción sirve de ejemplo de distracción, distracción que suele estar asociada no solo con salidas de vía, sino con aumentos de velocidad en torno a la acción que distrae, tal y como el anuncio recuerda.