«Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas, especialmente aquel que dice: “Donde una puerta se cierra, otra se abre”. Dígolo porque si anoche nos cerró la ventura la puerta de la que buscábamos, engañándonos con los batanes, ahora nos abre de par en par otra, para otra mejor y más cierta aventura».
Esta célebre cita de El Quijote se podría aplicar a Jordi Ustrell, posiblemente el mejor y más eficaz escudero que cualquier compañía podría tener. No en vano en los últimos tiempos fue la mano derecha (y apagafuegos) de Alfonso Rodés, como antes lo fue de su hermano mayor, el grandísimo Fernando.
Jordi ha anunciado su retirada a los 64 años de edad, pero su intachable trayectoria le convierten en una de esas figuras del mercado que deberían estudiarse en los manuales. Dio sus primeros pasos junto a dos grandes: Leopoldo Rodés y José Martínez Rovira en Media Planning, hace ya más de 40 años. Su último cargo fue Head of Back Office Global de Havas Media Group. Pero no hay siglas ni cargos para definir con exactitud su figura y humanidad. Hombre cercano, optimista, tranquilo, reflexivo y discreto, siempre se caracterizó por su lealtad hasta el último momento, hasta dejarse la propia salud. Siempre estuvo disponible para ayudar, para regalarte su tiempo y sus valiosos consejos. De hecho su profundo conocimiento de la historia y su vasta experiencia en mil batallas, le convertían en un visionario, una persona capaz de ofrecer certeras interpretaciones a todos lo que le sabían escuchar.
Su status dentro del grupo lo asumió sin protagonismos, siempre en la sombra, siempre con el móvil abierto para atenderte. Lo que no quita para que tuviéramos nuestras discusiones profesionales, pero siempre en un clima de búsqueda de soluciones para terminar ambos sonriendo… tengo que decir, él siempre tuvo más razón (y razones) que yo y siempre supo expresarlas desde el aprecio y el respeto mutuo. Tuve la suerte de disfrutarle en Barcelona, en Latinoamérica, en Estados Unidos, ya en Madrid en el Consejo de Arena Network, Jordi, hoy somos lo que somos gracias a ti. Nos ha dado muchas lecciones maestras en estos fructíferos años. Una de sus virtudes fue su impresionante capacidad para adaptarse a los cambios, al pasar de una compañía que comenzó siendo un emprendimiento empresarial familiar a la integración en un grupo global con todo lo que ello implica.
“Si hubiera que versionar la obra maestra de Cervantes, debería ser Sancho (Jordi) quien diera los consejos a El Quijote”
En cada etapa supo dar todo lo mejor que tiene con una generosidad y un sacrificio ilimitados. Ahora ha decidido colgar las botas para dedicarse en cuerpo y alma a su familia, su auténtico tesoro mejor guardado y donde se ve la grandeza del hombre. Jordi ha dejado huella en todos nosotros y ha sido fuente de inspiración. Le vamos a echar de menos. Hay vacíos tan grandes que nunca se pueden llenar. Y el hueco que deja Jordi es inabarcable. Si hubiera que versionar la obra maestra de Cervantes, debería ser Sancho (Jordi) quien diera los consejos a El Quijote. No tengo dudas, sus consejos nos acompañarán para seguir creciendo profesionalmente. Si no hubiera escrito esta columna me tendrían que aplicar la frase del afamado novelista, poeta y dramaturgo español: “La ingratitud es hija de la soberbia”.
Gracias, muchas gracias Jordi.