Poco a poco los hogares españoles van incorporando la tarea de hacer la compra en Internet en su día a día, tal como hacen ya a la hora de comprar billetes de avión, reservar mesa para cenar o vestirse a la última. Así, en lo que llevamos de 2015 los hogares españoles que llenan su despensa de forma online han crecido un 25% con respecto al año anterior (a junio de 2015), según datos de la consultora Nielsen.
La incorporación creciente de consumidores a la compra online de productos de gran consumo ha permitido que las ventas de este canal crecieran el 12% hasta agosto en comparación con el mismo periodo del año anterior, una cifra superior al 2% de incremento que registra el conjunto del mercado.
En particular, desde Nielsen se ha observado un notable aumento de las ventas online en todas las categorías, pero especialmente en aquellos productos sobre los que pesaban ciertas reticencias a su compra por este canal, como los refrigerados, los congelados o la charcutería, que crecen más del 12%.
La cesta de la compra digital es sobre todo habitual en hogares de uno o dos miembros, sin hijos, y de clase media-media alta, trabajando ambos. Además, suelen concentrar mucho las compras en la primera semana de cada mes, coincidiendo con el ingreso de la paga, una tendencia incluso superior a la del canal hipermercado, lo que confirma la venta online como un canal clave en la llamada compra de reposición, con un mix de precio, surtido y conveniencia muy valorado por el consumidor.
También destaca la venta online de perfumería y cosmética, donde el consumidor busca principalmente ofertas, promociones y precio. Sin embargo, el 64% de los compradores de entre 18-24 años valoran especialmente el variado surtido de productos y marcas que encuentran en Internet; mientras que para la mitad de los consumidores de 25 a 35 años el canal online ofrece productos que no encuentran en las tiendas.