La Radio es un medio tan maravilloso como olvidado hasta para sus anunciantes. Qué difícil es encontrar buenas campañas de radio y que fácil encontrar temas zafios y que dan vergüenza ajena.
Cito dos ejemplos: Uno de explotación infantil, donde la vocecita de una niña repite cansinamente, como en aquellos castigos de nuestra infancia en que nos hacían escribir cien veces “no hablaré en clase”. “Canalcar compramos coches, Canalcar compramos coches…” y, así, veinte segundos… Pobre niña y ¡pobres oyentes!
Otro caso de vergüenza ajena es el de la cuña de un pseudo vino (solo tiene cinco grados) que consiste en un gingle cuya letra dice así: “Vegaverde, ¿qué vas hacer? Tú, rubia; yo, Vegaverde ¿Qué vas hacer?…”… El spot, que tiene unos años, ya daba un poco de vergüenza, pero escuchar la musiquita, con esta letra y a palo seco, os aseguro que puede resultar muy duro.
Queridos colegas creo que alguien debe dirigirse a estos anunciantes y ofrecerles una solución con un poco de dignidad, la marca se lo agradecerá. Y, de paso, intentar hablar con Seguros Ocaso para cambiar las horteras, pasteleras y cursis imágenes con las que cada año y campaña vuelven a castigarnos. Los niños que aparecen siempre ya deben de estar en la Universidad, por lo que considero que ya es hora de que alguien les presente una alternativa con eso que cada vez parece más necesario de encontrar como es la creatividad que no se rechace.
Para hacer una buena campaña es vital saber qué vamos anunciar. Desde luego no es lo mismo anunciar plátanos que una película, aunque en esta se coman plátanos. Pero los creativos de la última campaña del Plátano de Canarias se han vuelto locos y han vuelto locos a nuestros hijos que, al no poder encender las estrellas al ritmo de la canción, intentan hacerlo con las luces de casa. La canción de El libro de la Selva insertada en el film no deja muy claro al público si vamos a llevar al cine a nuestros hijos o les vamos a dar un plátano para merendar.
Y, mientras, nosotros aprovechamos que nuestro jefe ha salido a una hora decente para poder irnos a ver la Champions. Algo que algunos empleados deben de agradecer a Heineken que ha sabido engañar a unos altos ejecutivos, entre los que encontramos a Eduardo Ballesteros de Clear Chanel, para salir antes e ir a una falsa entrega de premios y que sus empleados disfruten de una cervecita viendo el partido. Muy buena idea.
Hablando de cervecitas… La llegada de la primavera nos invita a salir del edredón cual mariposa para tomarnos una Amstel Radler, una forma divertida para disfrutar de la primera.Y, hablando de salir, sal del tiesto, sal del qué dirán, sal de la rutina, sal del cascaron, sal del armario…, por fin un spot de gafas “ha salido” de la tediosa rutina y del lenguaje de los modelos en poses forzadas. Enhorabuena a Multiopticas por salir del espacio común para sus gafas MO.