Carbonell, marca perteneciente al Grupo Deoleo, presente en 43 países y con una facturación de 139 millones de euros en 2015, acaba de cumplir 150 años desde su fundación en 1866 en Córdoba por parte de Antonio Carbonell Llácer.

 


Fue su hijo Carlos Carbonell y Morand quien realmente impulsó la marca, la cual, lleva desde 1904 a la mujer cordobesa como imagen de la compañía. Su mentalidad emprendedora le llevó a alcanzar su principal objetivo: lograr que su fábrica de aceites fuese puntera en el mercado, ofreciendo un producto de calidad frente a la grasa lampante que en aquella época circulaba por el país. Calidad que ha conservado a lo largo de los años, y que constituye una de las principales señas de identidad de su aceite.

En 1888 Carbonell recibió la Medalla de Oro por sus aceites de oliva, en la Exposición Universal de Barcelona. Más tarde, ganó el concurso internacional convocado por el Almirantazgo británico para la provisión de aceites para su Armada. Este contrato de suministro se mantendría durante más de 30 años, lo que extendió la marca prácticamente por todo el mundo.

Según Jorge Escudero, director del Sur de Europa de Deoleo, “Carbonell forma parte inherente del patrimonio gastronómico español, siendo una marca indispensable de las cocinas españolas desde su origen, y durante muchas generaciones. Estamos muy satisfechos de cumplir estos 150 años, una cifra que demuestra la solidez, experiencia y compromiso de la compañía con los consumidores y la sociedad española en su conjunto“.