Enclavado en la localidad francesa de Sochaux, el museo presenta una de las colecciones más completas del mundo de la automoción con piezas únicas del desarrollo industrial desde 1810 hasta nuestros días en 6.000 m2.


A sus de sobra conocidos coches y motos, la casa francesa suma las creaciones de su Peugeot Design Lab, que acerca el futuro diseñando los helicópteros, yates, muebles, tranvías o pianos más exclusivos del mundo. Pero, además, Peugeot cuenta con una larga historia creativa detrás, reunida en parte en su Museo de la Aventura, que recoge una de las muestras más completas que una compañía de automoción puede juntar hoy en día. Un repaso por la historia reciente del ser humano contada a través de la marca del león.

El museo, situado en la localidad de Sochaux, al este de Francia, es obra de la asociación La aventura de Peugeot, creada en 1982. Su presidente, Pierre Peugeot, definió un trabajo de recolección de piezas históricas de la marca que abarca desde 1810 hasta nuestros días, y cuyo trabajo desemboco en la apertura de este espacio expositivo en 1988.

Desde los primeros productos de la marca como el Grand-bi antes de manufacturar automóviles, pasando por el primer coche motorizado a gasolina de la historia, el Landaulet 184 de los años 20, la producción en masa de los modelos 402 y 403, motos o la bicicleta con la que Bernard Thevenet consiguiría ganar el Tour de Francia en 1977, el museo nos ofrece una profunda vista atrás a todo aquello que ha hecho de Peugeot la marca que es hoy en día.