NOW/Unit, la unidad de innovación y estrategia de dommo.x, acaba de lanzar un estudio sobre tendencias en cerveza y vino. Se trata de un análisis de los comportamientos de los consumidores y de cómo este tipo de bebidas están adaptándose a las distintas exigencias del público.
En España la cerveza cuenta con un papel protagonista. Se trata de la bebida más consumida a la hora de salir de casa, y la bebida alcohólica más consumida del planeta. Se trata de un sector con más de 4.000 años a sus espaldas y con una evolución y velocidad de desarrollo enorme.
La industria cervecera está cambiando, a la vez que los hábitos de consumo. Surgen cervezas artesanales que apuestan por la diversidad: nuevos ingredientes, recetas locales o procesos de elaboración que conquistan al consumidor.
El número de micro fábricas ha crecido cerca del 1.600 en los últimos siete años, recogiendo una cifra de 361 compañías dedicadas a la actividad cervecera en España. Los productos locales crecen en todas las categorías ofreciendo una gran gama de mercado, adueñándose de los beneficios naturales y más saludables frente a las bebidas más industriales.
Por otro lado, España es un país cuya tradición ha ido siempre unida al vino. De hecho es el tercer país productor de vino a nivel mundial.
Los nuevos consumidores, la digitalización e incluso el impacto del cambio climático han cambiado el panorama del mundo del vino. Nuevos lugares, historias y productores introducen un soplo de aire fresco en este sector con más de 8.000 años de historia.
Con cada grado centígrado que aumenta la temperatura del planeta, los lugares idóneos para cultivar vino se desplazan. Hoy sorprende que surjan nuevas zonas de producción de vino de calidad de diferentes variedades que nunca esperaríamos como China, Japón o India, pero en unos años dejará de ser una sorpresa. Países impensables podrían llegar a ser la cuna del vino; China se convertirá, en los próximos cinco años el país mayor productor de vino. Nueva Zelanda ya posee 20.000 hectáreas dedicadas a su producción, y sus vinos están entre los siete mejores del mundo según la revista Wine Spectator.
Además, la gente ya no busca únicamente un vino, sino que el packaking y el storytelling son muy importantes, ya que las experiencias y sensaciones más emocionales cobran más importancia.
Las generaciones que vienen no confiarán en un vino por ser más caro o por su procedencia de los viñedos más antiguos, ya que hoy empieza a abrirse a la independencia, al descubrimiento y a la exploración conectando con los valores millenial.