2016 fue un año espléndido para para la música, ya que tras años de disminución de ingresos, el sector ha empezado a crecer de nuevo, por una parte gracias a las suscripciones a servicios de música mediante streaming y por otra debido a la publicidad. En los 12 últimos meses, Youtube pagó más de $1.000 millones al sector de la música solo por la publicidad.
Esto irá en ascenso si los fondos destinados a publicidad en TV, radio y prensa escrita pasen a destinarse a servicios online, el sector de la música generará más ingresos aún procedentes de fuentes publicitarias. En el futuro, el negocio de la música tiene una oportunidad de parecerse al de la televisión, donde las suscripciones de los consumidores y la publicidad aporten unos ingresos prácticamente iguales impulsados por las ventas tanto en formato físico como digital.
En estos tiempos la competencia para llamar la atención de los usuarios es feroz y los aficionados no se cansan de consumir buena música. Hay, por tanto, dos motores claros que a día de hoy impulsan está industria: las suscripciones y la publicidad.