España ha escalado una posición en el ranking Anholt – GfK Nation Brand Index 2016 (Índice Anholt-GfK Marca País 2016), que se realiza de manera anual y que analiza las percepciones globales sobre 50 países. Nuestro país ha mejorado este año su puntuación y se sitúa en la posición número 11, por delante de Holanda y detrás de Suecia.
Esta consulta se elabora en colaboración con Simon Anholt, experto en identidad e imagen nacional. El estudio otorga una puntuación a cada país mediante el análisis de seis dimensiones generales: Exportaciones, Gobierno, Cultura, Gente, Turismo e Inmigración/Inversiones. Para el informe de este año, se realizaron 20.353 entrevistas online, entre adultos mayores de 18 años en 20 países durante el mes de julio de 2016. Los entrevistados manifestaron sus puntos de vista en torno a 50 naciones.
El estudio muestra en qué momento se encuentran en el presente los países en términos de imagen y potencial, lo que les ayuda a determinar cuál puede ser el mejor camino en sus estrategias.
La pequeña mejora que obtiene España este año es más que significativa, teniendo en cuenta que las diez principales potencias mundiales en marca país han bajado en todos los casos sus resultados respecto al estudio anterior. De hecho, Francia y Japón caen una posición e intercambian posiciones con Canadá e Italia, respectivamente.
Asimismo, España también mejora sus posiciones en algunas de las dimensiones analizadas y sitúa a tres entre las diez más valoradas, y las otras tres en el top 20. En concreto, Turismo, que se refiere al nivel de interés existente en visitar el país y el atractivo de sus recursos turísticos, es el activo más fuerte, al situarse en cuarto lugar y subir una posición respecto al ranking anterior.
La siguiente dimensión más valorada es Cultura, donde se evalúa la apreciación por la cultura contemporánea, el cine, la música, el arte, el deporte y la literatura. En este caso, ocupamos la sexta plaza, igual que en 2015
La tercera dimensión es Gente, que ha ido subiendo en los últimos años hasta colocarse en noveno lugar. Esta dimensión ha experimentado una mejora, ya que el año pasado España se situó en la posición número doce.
Respecto al resto de dimensiones, un año más la menos valorada es la de Gobierno. En este caso, España ha subido un puesto y se sitúa el 18 de entre los 50 países analizados.
En cuanto a Exportaciones e Inmigración/Inversiones también mejoramos dos posiciones hasta el número 16 en ambos casos. En Exportaciones se valora la imagen pública de los productos y servicios de cada país y en qué medida los consumidores buscan o evitan activamente los productos según su origen.
Mientras que en Inmigración/Inversiones se califica el poder de atracción que tiene un país para que otras personas vivan, trabajen o estudien en él y cómo la gente percibe su calidad de vida y el ambiente de negocios imperante.
A pesar de las importantes pérdidas en la puntuación de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, ninguna de estas tres potencias ve perjudicado su puesto en el ranking y se sitúan las tres primeras posiciones. Sin embargo, aunque no se producen cambios en el ranking de manera inmediata, sí puede ser la antesala a que próximamente Alemania recupere la primera posición obtenida en 2014. Lo mismo puede ocurrir con Canadá que está trabajando para escalar puestos y hacerse con el tercer lugar.
Peor parados salen Francia y Japón que además de perder puntos, también bajan sus posiciones y se quedan en quinto y sexto lugar, respectivamente. En el caso de Francia destaca su bajada en las dimensiones Gobierno e Inmigración/Inversiones. La bajada de Japón ha beneficio a uno de los países de nuestro entorno, Italia, que aunque también reduce su puntuación gana un puesto y se coloca sexta.
Para el profesor Simon Anholt, “Normalmente, la percepción global de los países de manera individual es increíblemente estable, pero también puede haber cambios. Es el impacto de cómo se percibe un país en el mundo lo que afecta a su reputación global, mucho más que sus activos o logros – y esto es lo que estamos viendo aquí. Aquellos países percibidos como influencers mundiales ven afectada su imagen ahora tras un año de conflictos internacionales y posturas controvertidas en temas humanitarios”.