Su capacidad para generar valor en la cesta de la compra de los consumidores sigue intacta, según Valassis, que participa, como cada mes de septiembre, en la celebración del National Coupon Month en Estados Unidos.  

 


Tremendamente evolucionado frente al primer ejemplar que vio la luz en el año 1887, el cupón ha revalidado, año tras año, su apuesta por ofrecer ahorros a los consumidores desde que John Pemberton, un farmacéutico de Atlanta, creó la receta de lo que después sería la Coca-Cola. Pemberton distribuyó gratis unas tarjetas animando a probar el nuevo producto, una táctica promocional utilizada todavía hoy.

El pasado año Valassis informó que 305.000 millones de cupones habían sido distribuidos en EE.UU., generando ahorros de 4.600 millones de dólares. Históricamente, en tiempos de recesión el cupón se ha usado de forma incremental por parte de los consumidores, que están más enfocados a aprovechar cualquier ahorro. Además, el perfil del usuario ha cambiado. Ahora sus beneficiarios se muestran orgullosos de planificar sus compras con cupones de cara a reducir el importe de su cesta de la compra, y lo hacen por múltiples vías: en la propia tienda, online, y a través de las redes sociales.

El top cinco de las fuentes de obtención de cupones es el periódico, el e-mail o las alertas de vale, las circulares de la distribución, Internet y el correo ordinario. Los consumidores americanos comparten información sobre cupones por distintos medios: 67% boca a boca, 55% intercambiando cupones físicos, 40% por e-mail y 28%, vía social media.