El luminoso de Tío Pepe, uno de los tres indultados en la última ordenanza sobre publicidad del Ayuntamiento de Madrid y sobre el que pendía un incierto futuro ya tiene un lugar en la Puerta del Sol.
Después de haber sido desmontado para remodelar el edificio que lo albergó durante décadas, se quedará definitivamente en la Puerta del Sol madrileña. Pero no volverá a su antigua ubicación (en la que Apple abrirá su propia tienda) sino a uno de los inmuebles de la misma plaza, propiedad de El Corte Inglés.